Boletín N°1 - Marzo de 2004 |
cees Centro de Estudios Estratégicos Suramericanosestrategiasuramericana@yahoo.com.ar
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Hacia una nueva estrategia suramericanaPRESENTACIÓN DEL CEES Inauguramos el servicio de boletines del Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos (CEES) con el objetivo de enriquecer un nuevo espacio político en la compleja realidad del subcontinente. Realidad que se conforma no sólo por lo que es, sino también por lo que puede ser. Es nuestra intención, entonces, trabajar tanto sobre lo que está en acto como lo que está en potencia, utilizando una metodología histórico-fenomenológica en el primer aspecto y una hermenéutico-prospectiva en el segundo; siempre a través de un abordaje interdisciplinario que permita atender la variedad de registros que constituyen la realidad suramericana. Nos embarcamos en este proyecto un grupo de personas que desarrollamos distintos quehaceres -políticos, sindicalistas, profesionales, investigadores, profesores- que tanto desde diferentes disciplinas -historia, economía, literatura, politología, sociología, filosofía- como desde nuestras prácticas político-sociales cotidianas, accedemos al fenómeno geoestratégico y geopolítico suramericano. Ideológicamente nos inscribimos dentro del ideario de Patria Grande de nuestros próceres de la Independencia y en la corriente de pensamiento no–conformista que cuestiona tanto al pensamiento único como a lo políticamente correcto. Integramos el núcleo fundador del CEES: Helio Jaguaribe, Luiz Moniz Bandeira, Hugo Moyano, Julio Piumato, Juan Manuel Palacios, Gerónimo Venegas, Domingo José Moreyra, Juanqui Moreyra, Juan C. Murgos, Juan Manuel Loimil, Héctor Recalde, Alberto Buela, Horacio Cagni, Julio Fernández Baraibar, Carlos Antonio Fernández, Jorge Dall´Aglio, Carlos Alberto Pereyra Mele. Dejamos, por este medio, abierta la invitación a todos aquellos que deseen participar de esta aventura: La conformación de un pensamiento estratégico genuinamente americano.
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1) Horacio Cagni: Algunas consideraciones sobre el terrorismo y el 11-M 2) Chino Fernández: Algunos comentario sobre qué sucedió en España 3) Alberto Buela: Más allá del neoliberalismo
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Algunas consideraciones sobre el terrorismo y 11-M Horacio Cagni
1-
El terrorismo es hijo legitimo de la globalización. Antes una
guerrilla podía incluir acciones terroristas parta voltear un gobierno
oprobioso o unido a una potencia extranjera, "liberar un área propia" o
presionar a un gobierno para canjear gente, influir en sus decisiones,
etc. (FLN argelino, Vietmhin-Vietcong, IRA en su mayor etapa, etc.) Hoy el
terrorismo se ha
2- Las organizaciones terroristas actúan en conjunto, pues tienen
una misma concepción de la acción, y muchas veces el mismo enemigo. La
conexión IRA-ETA ha sido comprobada mas de una vez, el "Ejercito Rojo"
japonés actuó en conjunto con los fundamentalistas, Hezbollah y Hamas
entrenaron guerrilla occidental, etc. del mismo modo que la CIA, MI 5-6 y
Mossad actúan en con junto. Siempre que ocurre algo como en la Renfe
española hay conexión
3- España es país beligerante al integrar la coalición contra Irak
y el mundo islámico. Es duro decir esto cuando han habido tantas victimas,
pero es la verdad. La aventura de ser adlátere de USA y el atlantismo
tiene consecuencias, aunque España no haya bombardeado. Toda coalición se
ataca en el punto mas débil. Italia era la mas débil del Eje, en la
2da.Guerra mundial, y fue puesta fuera de combate primero, a pesar de que
su tropa fue la mas "humana" del conflicto, y no le privo de los
bombardeos ni del arrasamiento de Montecasino y la tumba de San Benito.
4- La geovisión satelital y el bombardeo policiaco han hecho del
pueblo iraquí un rehén desde el aire primero y una masa de infelices
después.
5- Por lo tanto, el terrorismo no es una simple locura, aunque
parezca y sea tan horrible, sino que es fruto de una profunda
desesperación del que no tiene otro medio para golpear al fuerte y vaya
que consiguieron su objetivo. Con diez bombas voltearon una elección,
vulneraron la coalición, asustaron a un continente y condicionaron la
política interna y externa de una de las
6- Que nadie se engañe creyendo que un triunfo socialdemócrata en
Europa y demócrata en USA puede cambiar la política mundial de fondo.
Obvio que son regimenes que pueden aparecer mas blandos y funcionales a la
subversión, pero los poderes indirectos que están tras ellos son los
mismos y permanecen. Occidente, sin convicciones, creía asistir a guerras
virtuales y resulta que la guerra esta en la propia casa, dentro del
burgo, intramuros. ************** Volver al índice*************** |
Algunos comentarios sobre qué sucedió en España Chino Fernández Acordamos que este hecho se inscribe en una nueva fase de la lucha Inter.-imperialista. El inicio de esta nueva fase-o momento-, se la vincula con el 11-S-2001, aunque sus causas hayan comenzado a manifestarse tiempo atrás. El primer elemento que quisiera subrayar es de orden epistemológico y refiere a que en los análisis inmediatos a los hechos de España se yuxtaponen las dimensiones principales. Esto es: 1) La forma hegemónica que toma el capital. En este caso Transnacional Financiero y el enfrentamiento de sus principales agrupamientos. Ej: Citigroup/HSBC Vs. JP- Chase Manhatan/ Bank of América o todas las grandes Corporaciones Transnacionales que se enfrentan por el control de la riqueza y de las áreas de influencia en todo el planeta. 2) El enfrentamiento entre Países o bloque de ellos. Ej: EEUU Vs. Alemania-Francia (Europa) No siempre coinciden en la práctica los intereses de las grandes corporaciones con los Estados-Nacionales centrales Al margen de esto, entiendo que la proposición principal es que el 11-M, es un nuevo hecho de carácter defensivo llevado a cabo por el pelotón de intereses de capital financiero enlazados con la estrategia Bush-Sharon-Blair-Aznar, en su intento de no perder la iniciativa en la definición de esta etapa de la guerra imperialista. Cuál es el indicador?: Los sondeos previos a las elecciones en España, no solamente fueron manipulados por el gobierno del oficialista Partido Popular(PP), sino que la tendencia ya había torcido a favor del Partido Obrero Socialista Español ( POSE). La diferencia entre ganar la elección con mayoría absoluta a ganarla por escaso margen, no es solamente un problema de números. Lo que estaba en juego era la legitimidad de un proyecto-en su versión española-, profundamente criticado por la comunidad española y europea (UN) después de la invasión a Irak. La tendencia electoral alcanzada en España finalmente se consolidó después de los atentados terroristas llevados a cabo por grupos operativos de mercenarios que más allá de su nacionalidad comparten procedimientos y mecanismos ampliamente desarrollados por la CIA durante el largo período de la guerra fría( Ver Moniz Bandeira 2004). Pero la tendencia electoral es previa al hecho terrorista. Por tal razón y sabiendo que los resultados electorales de elecciones regionales anteriores, el crecimiento de la abstención, el rechazo creciente de la población y la pérdida creciente de la fuerza moral para sostener una política contraria a la Unión Europea en territorio europeo llevaron a reproducir un 11-S sui géneris. Si esto es así no era necesario para los intereses de capitales financieros contrarios al pelotón industrial-petrolero y republicano-conservador usar el terror. No fue un contra golpe al 11 de setiembre, parecería ser un golpe en la misma dirección con resultados contrarios. Un fallido golpe de estado republicano-conservador? Creo que el oficialismo español y el anglo-norteamericano vieron la tendencia electoral desfavorable e intentaron un golpe de timón que finalmente fracasó. Una suerte de boomerang. Es una derrota electoral y moral muy importante para la línea Bush, pero vuelve a ser central la discriminación de los planos de análisis: Estado-Nación Central / Capital Financiero Transnacional ******Volver al índice****** |
Alberto Buela Acabamos de leer un extenso artículo de Claudio Katz que lleva por título “Más allá del neoliberalismo” en donde, ubicándose desde el punto de vista de lo que él denomina la izquierda revolucionaria, denuncia con una sagacidad poco habitual el juego que, los gobiernos progresistas del subcontinente americano(Lula y Kirchner), le hacen a la socialdemocracia, aplicando los ajustes que la derecha (los conservadores) no se animan a aplicar. En el caso de Lula con la modificación del régimen de jubilaciones y en el Kirchner con los commodities mineros donde la reinversión de las ganancias en el país es nula. La descripción política del estado actual de América Latina(sic) aun cuando Katz se limita en su análisis exclusivamente a Suramérica se puede compartir como un ejercicio más de opinión política, pero sobre lo que deseamos detenernos es en la conclusión de tan extenso artículo cuando afirma: “El porvenir latinoamericano depende en gran medida de la capacidad de la izquierda radical para conformar un proyecto alternativo en el curso de ciertos desenlaces decisivos. Esta alternativa avanzará si un rumbo socialista se renueva en Cuba, si la resistencia antiimperialista socava el poder económico de la derecha venezolana, si prospera una opción a la dirección del PT brasileño, si se erige un polo político de la izquierda entre los piqueteros y trabajadores argentinos y si progresa la revolución en Bolivia. En este escenario el 'posliberalismo' se emparentará en América Latina con el resurgimiento del socialismo”. Pretender coetáneamente, en un mismo tiempo histórico: a) renovar el rumbo socialista en Cuba, b)derrotar a la derecha económica en Venezuela, c) que el PT de Brasil cambie su rumbo, d) que piqueteros y trabajadores de Argentina se unan y e) que en Bolivia se haga una revolución socialista, para recién allí poder conformar un proyecto alternativo al actual es no sólo, inverosímil, no plausible, inviable sino que, es pensar en el aire, es pensar desde una burbuja de cristal. Un reo diría: este coso vive en un termo. Este artículo representa emblemáticamente la expresión de la quinta esencia de la izquierda desarraigada de su medio y su suelo. Se hace verdad la afirmación del filósofo marxista esloveno S.Zizek “solo les importa a muchos de mis colegas marxistas en una especie de arrogancia cínica defender sus principios teóricos y no lo que sucede en la realidad”. La realidad y las propuestas de un “más allá del neoliberalismo” desde el campo nacional y popular, criollo e hispanoamericano, son otras distintas que las de Katz. Los regímenes socialdemócratas pueden resumirse como aquellos que socializan las pérdidas y privatizan las ganancias, utilizando para ello la democracia parlamentaria, brazo político del capitalismo liberal. Esto, y no otra cosa, es lo que tenemos en Nuestra América desde la época de la restauración democrática(circa comienzo de los 80) que reemplazó a los distintos regímenes militares de la región. De los diez países que conforman Suramérica casi todos han tenido, a su turno, algún gobernante “nacional y popular”: Perón en Argentina. Vargas en Brasil, Ibañez en Chile, el primer Paz Estensoro en Bolivia, Herrera en Uruguay, Velasco Alvarado en Perú, Velasco Ibarra en Ecuador, hoy Chávez en Venezuela, sólo Paraguay y Colombia no han disfrutado nunca de eso que canta tan bien el Matín Fierro : He conocido esta tierra, en que el paisano vivía. Y su ranchito tenía y sus hijos y mujer, era una delicia ver como pasaba los días. Estos movimientos nacionales y populares signaron en algunos casos, contabilizamos sólo cuatro, la tradición política de sus respectivos países. Así La tradición política de Argentina no es socialdemócrata sino peronista, la de Bolivia es nacionalista revolucionaria, la de Brasil nacionalista conservadora y la de Ecuador nacionalista popular. Los restantes seis países no se han incorporado aún a la tradición nacionalista suramericana. Colombia, porque desde el bogotazo (1948) está partida en dos, en el poder los conservadores y en las calles y los montes la sombra acusadora de Eliécer Gaitán. Perú y Paraguay porque carecieron durante el siglo XX de una tradición política determinante. No hay que olvidar que el solar guaraní soportó la guerra de la Triple Alianza(1865-70) a finales del siglo XIX que lo dejó exangüe como Estado-nación en el ingreso al siglo XX. Mientras que en Chile donde la influencia, en su tiempo, del filósofo cristiano Jacques Maritain ha sido determinante, se destaca la democracia cristiana, lo mismo que en Venezuela, al menos hasta Chávez, que se presenta como un nacionalista de patria grande. En Uruguay la tradición política que prima es masónica-liberal. Si esto es lo que ha sido y lo que tenemos como vigente en Suramérica qué nos está permitido esperar, para repetir la pregunta kantiana, más allá del neoliberalismo aún vivito y coleante en esta región del mundo. Chávez en Venezuela, está siendo jaqueado no sólo por los Estados Unidos, que no es poco, sino sobre todo por sus propios errores administrativos que se multiplican día a día. Esto es lo que es, más allá de nuestro apoyo y deseos de éxito. Brasil y Argentina están “haciendo la plancha”, durmiendo una larga siesta. A Lula lo aplauden porque no puede hacer nada, irónicamente afirmó Chomsky, y a Kirchner lo aplauden cuando luego de hacer algunas fintas le paga en término al FMI. Mientras la siesta del Paraguay es ontológica. En Uruguay se espera como un eructo de la historia chiquita de ese país, que Tabaré, la izquierda progresista, gane las próximas elecciones y cambie todo como por arte de magia. Chile, siguiendo su actitud aislacionista, se alió automáticamente a los Estados Unidos a través del ALCA. Perú y Ecuador lo siguen a pies juntillas. Bolivia, estado imposible, como decía Juan Bautista Alberti, quebrada irremisiblemente, pretende a través de Morales, líder de la izquierda revolucionaria, recuperar la costa del Pacífico, pero ... sin derramar sangre de hermanos(por los chilenos). Una inverosimilitud más. Finalmente, Colombia, el caso más doloroso de América del Sur, sigue partida en dos, y ahora para colmo de males con la “ayuda” de los marines en su territorio. Así como el más significativo filósofo del siglo XX, Martín Heidegger, decía en el atardecer de su vida hablando de Europa: “sólo un dios puede salvarnos”. Así nosotros afirmamos que “sólo un nacionalismo de Patria grande y no de patrias chicas puede salvarnos” . Pues hemos sido, al contrario de Europa, primero una nación y a costillas y en desmedro de ésta, se construyeron los distintos Estados nacionales suramericanos. Este nacionalismo continental, para hablar como Joaquín Edwards Bello, que proponemos, tiene una tradición política que hunde sus raíces en el humus que constituye nuestro ser más íntimo, nuestra índole más decantada. En este mundo de 300 años anterior a la creación de las republiquetas bananeras con que nos han engrupido estos últimos 200 años. En el siglo XXI debemos restaurar esa antigua unidad subcontinental si queremos existir, con algún sentido, en el mundo, o lo que quede de él. Este nacionalismo continental , como vimos, tuvo en el siglo XX experiencias políticas concretas y duraderas –no esporádicas como pasó con la izquierda revolucionaria - . Ejerció el poder con eficacia y para beneficio de los hombres y mujeres de estas latitudes.(1) Nuestro análisis no termina con un exhortación hipotética, que si se cumplen una serie de condiciones inverosímiles, el neoliberalismo será superado. No. Nuestro análisis termina en un llamamiento a la conciencia nacional y popular hispanoamericana (lo hispano incluye al Brasil que es doblemente hispano, como decía Gilberto Freyre) para que seamos nosotros mismos, que inventemos un régimen político que nos represente ( si no inventamos morimos, le enseñaba Simón Rodríguez a Bolivar), que construyamos un espacio autocentrado en economía, pues somos una isla continental de 18 millones de kilómetros cuadrados que se autoabastece en todo, el doble que los Estados Unidos, con una población de 326 millones de habitantes que hablan casi la misma lengua (español-portugués), tienen más o menos los mismos valores y comportamientos similares. Somos una de las cinco o seis ecúmenes del mundo. Formamos parte, en definitiva, de una tradición cultural común que nos determina en lo que somos ahora. Tradición muy bien pintada por el escritor Graham Greene en su novela Nuestro hombre en La Habana : “Wormold no había pisado Jamaica en muchos años y le abrumaron la suciedad y el calor. ¿A qué obedecía la mugre de las posesiones británicas(o francesas)? Los españoles y los portugueses construían ciudades donde se afincaban, pero los ingleses se limitaban a permitirlas crecer. La calle más pobre de La Habana tenía dignidad, comparada con la vida en las cabañas de Kingston: chozas hechas con latas de gasolina y techadas con metal conseguido en algún cementerio de automóviles abandonados”. Hoy Puerto Príncipe en Haití, Cayena en Guayana o Georgetown en Guyana son testimonios evidentes de esta verdad de plomo. ¿Qué esperamos?. Un llamamiento para que nos saquemos de encima, no solo a la dirigencia corrupta y cipaya que nos somete a los designios que van contra nuestros intereses más propios sino a aquellos que diciendo defendernos sirven a estados que no pertenecen al subcontinente, teniendo cuentas y bienes fuera del mismo. Y así como el buen siervo no sirve a dos señores sino sólo a uno, de la misma manera debemos exigir, con la fuerza de la ley, que nuestros dirigentes tengan una sola carta de ciudadanía y no dos o tres como habitualmente ocurre. Que nuestros dirigentes no puedan cambiar sus nombres y apellidos, pues “aquel que cambia de nombre tiene algo que ocultar”. En definitiva, desde un nacionalismo continental suramericano no tenemos necesidad de fingir hipótesis – hipotesis non fingo- sino sólo recoger de nuestra experiencia histórico-político-social los momentos más salientes de nuestra lucha por existir en forma libre y soberana en el mundo y otorgarles nueva funcionalidad política a aquellas experiencias, en este tiempo de hoy que nos toca vivir. *********Volver al índice*********** |
1.- Dejamos para otra ocasión relatar las experiencias nacionales y populares que tuvimos en el siglo XIX, como lo fueron las de los López en Paraguay, las de Rosas en Argentina, las de Portales y Balmaceda en Chile, las de Santa Cruz en Bolivia, las de Alfaro y García Moreno en Ecuador.
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